¡El ciclo de Krebs no va a completarse SOLO!

¿Le has echado un ojo al cartel? Es el resultado de una herramienta educativa maravillosa; APRENDIZAJE COOPERATIVO. Pero detrás hay mucho trabajo y dedicación

La clave para obtener el éxito a través del aprendizaje cooperativo es entender que no todos los alumnos son iguales y que esa es la fuente de riqueza. Hay que aprender a hacer las cosas por uno mismo y podemos conseguirlo trabajando con otros que tienen unas habilidades diferentes. Así hay que conseguir que los estudiantes aprovechen al máximo el aprendizaje propio y el que se produce en la interrelación de trabajar junto a otros.

Los jóvenes tienen que saber y poder trabajar en grupos heterogéneos donde interactúan con otros y tienen acceso a una gran cantidad de herramientas. El primer paso, y muy importante, es elaborar los grupos de trabajo dentro del aula, es la esencia del trabajo. Dentro de cada grupo los chicos tienen que implicarse viendo como el esfuerzo no solo beneficia a uno mismo sino también al grupo. Todo esto tienen que dirigirse haciendo entender que cada uno tiene su responsabilidad en conjunto y que es fundamental que la desarrolle sin olvidarse de interactuar con sus compañeros a través del debate, las explicaciones mutuas y el intercambio de recursos.

¡MANOS A LA OBRA!

Con nuestra clase en mente hemos realizado los grupos de trabajo, una tabla de doble entrada es la aliada. Hay muchos criterios útiles a la hora de elaborar esta tabla; en este caso el nivel de capacidades y el nivel de actitud cooperativa han sido los elegidos.

La forma en la que los alumnos se involucran y se sienten identificados por su grupo es fundamental y la labor de profesor es transmitirle la importancia de crear identidad de grupo. Hay muchas herramientas para lograr esta parte del trabajo y se puede empezar por crear un logo y no suele estar de más que esté acompañado de un lema. IMPORTANTE: No puede faltar en el cuaderno de equipo.

"Pero....¿de que me encargo yo profe? "

Todos los integrantes tienen que tomar parte del aprendizaje y ser conscientes de que el objetivo es trabajar la materia correspondiente, pero es de gran ayuda para ellos tener un rol dentro del grupo y representarlo en beneficio de todos, además es una gran idea rotarlos con el fin de potenciar lo que se da bien y despertar otras actitudes nuevas. Hay muchos donde elegir, sobretodo teniendo en cuenta el número de integrantes de cada grupo.

Y si para todo lo anterior era necesaria una gran implicación por parte del profesor que decir de la evaluación. Hay que valorar el trabajo del conjunto en base a si se ha llegado a los objetivos descritos en el cuaderno de grupo, si los contenidos están bien descritos, pero también hay que evaluar a cada miembro individualmente, tanto en el aspecto de lo aprendido como en lo referente a su capacidad de trabajar con otras personas. Una gran herramienta para llevar a cabo esta parte del aprendizaje cooperativo son las rúbricas. Estas pueden ser de muchos tipos (3,2,1....1 al 10) y seguir muchas escalas de valores (Osgood, Likert...).

Sin miedo a por el ¡APRENDIZAJE COOPERATIVO!